El Pequeño Canguro es una empresa familiar, creada en 2008 por una familia comprometida con la crianza natural. Cuando nació mi hijo en Octubre 2007, tenía mucho miedo de no ser capaz de crear un vínculo con mi pequeño, de
calmarlo, de que pasase unos cólicos terribles, lo típico que te dicen que es normal, que puede ocurrir y que no es el fin del mundo. Pero después de haberlo llevado 9 meses dentro de mí me resultaba imposible dejarlo llorar, sentir que no estaba bien, y quedarme a mirándolo. Una vez que sentía mi contacto (o el contacto del su padre) se calmaba enseguida.
Además a él no le gustaba nada estar tumbado en el carricoche, las pocas veces que lo probamos lloraba desconsoladamente. Conocía los fulares y su uso a través de mi hermana mayor, que vive en Francia y tiene dos hijos. Allí son bastante más conocidos que en España. De hecho, me regaló ella uno al nacer mi hijo. Fue un auténtico descubrimiento y me convenció el mismo día que lo probé. Sentir a tu hijo pegado así es una sensación única. Lo llevé así hasta que empezó a querer andar. Para ir de tiendas, hacer la compra o irse de paseo me resultaba mucho más cómodo que llevarlo en una silla muy aparatosa. Mi hijo de naturaleza bastante inquieta y muy activo, y hoy todavía cuando quiero calmarlo, lo cojo contra mí y entre el calor mío, los latidos del corazón y el olor de su mamá, se calma enseguida.
En El Pequeño Canguro vendemos fulares pero también porta bebés ergonómicos. Hacemos parte de la Red Canguro que difunde por España el uso de los fulares. Para ver una demostración, por favor ponte en contacto con nosotros.
El Pequeño Canguro is a family business, created in 2008 in the heart of a family committed with bringing up children in a natural environment. When my son was born in October 2007, I was very scared of not being able to create a link with my little one, of not being able to calm him down, or help him through terrible stomach pains, and other the typical problems, which are after all, not the end of the world. After having carried him in my womb for nine months, I found it impossible to leave him crying, knowing he is not feeling well, Once he felt my contact, or
that of his daddy, he calmed himself down easily. He never liked to stay lying down on the pram, he cried endlessly every time we tried. I knew about the slings and baby carriers through my sister who lives in France and has two children. Over there they are much better known than in
Spain, in fact, she bought me one when my baby was born. It was a total discovery for me, I was convinced the very first day I tried it on. It is a unique feeling to have your baby so close to you. I carried him like this until he started to want to walk. It proved to be more comfortable
than a bulky pram, especially for going shopping. My sons is very active, and even nowadays, when I have to calm him down, I hold him close, and mummy’s warmth, my heartbeat, and my scent calm him down quickly.
At El Pequeño Canguro we sell slings and ergonomic baby carriers. We take part in La Red Canguro, a network that promotes the use of slings in Spain. To see a demonstration, please contact us.
